«MEMORIA, PAZ Y JUSTICIA PARA SIEMPRE»
El Doctor Rafael de Vega Barrera fue un brillante cirujano y un gran humanista. Sigue leyendo Vida y obra de Rafael de Vega Barrera
«MEMORIA, PAZ Y JUSTICIA PARA SIEMPRE»
El Doctor Rafael de Vega Barrera fue un brillante cirujano y un gran humanista. Sigue leyendo Vida y obra de Rafael de Vega Barrera
Os presentamos un vídeo sobre el libro «Que comen las que mal comen» editado por Zambra y Baladre y escrito por las compas Isa, Mari y Ruth.
Desde los colectivos que (sobre)viven en las periferias se ve necesario una propuesta en la que planteemos la construcción de nuestras propias alternativas, saliendo de lo clientelar, lo condicionado, lo caritativo y poniendo la alimentación en el lugar que se merece, el de un derecho humano básico en torno al que trabajamos, desde el medio rural y urbano, con un objetivo: la SOBERANÍA ALIMENTARIA.
¿Qué Comen las que Malcomen? Es una puesta en común de las gentes de Baladre partiendo de nuestras situaciones y prácticas individuales y colectivas, como personas que producimos alimentos en empleos precarios, como activistas que participamos en iniciativas de Alimentación Sostenida por la Comunidad o como personas usuarias de los Servicios Sociales y de la caridad para poder alimentarnos.
El texto parte denunciando el actual modelo alimentario capitalista que sólo beneficia a las grandes corporaciones ya que además de ser una industria altamente contaminante, extractiva y despilfarradora es beneficiaria de grandes exenciones fiscales a través de donaciones a instituciones de beneficencia y a los bancos de alimentos, haciendo negocio también con la pobreza. Y por si fuera poco, lo que estas corporaciones ponen sobre nuestras mesas poco o casi nada tiene que ver con lo que entendemos por alimento, sino que la mayor parte de la comida que llega a nuestros platos es más bien un producto comestible que un alimento sano y nutritivo, si tenemos en cuenta que las personas sin recursos no decidimos que alimentos llegan a nuestras mesas, sino que dependemos de los Servicios Sociales, de las organizaciones religiosas, las ONGs o los bancos de alimentos, entonces nos encontramos que prácticamente nada de lo que comemos es alimento sano, fresco y nutritivo.
Por estos motivos nos hemos querido fijar en quienes producen alimentos para poner en valor las pequeñas producciones alimentarias que nos plantean una transición hacia un modelo fuera de la industralización capitalista, del patriarcado y del extractivismo colonial. Que valoran y respetan la tierra, los recursos y el trabajo alimentario al margen del empleo y del beneficio capitalista. Que cuestionan el modelo patriarcal poniendo la vida en el centro a través de prácticas cooperativas y comunitarias que nos conducen hacia la Soberanía Alimentaria y el derecho a la alimentación en condiciones de igualdad.
Queremos romper con la explotación de la mano de obra jornalera y temporera pero también con la precariedad del nuevo campesinado. En este modelo capitalista industrial el patriarcado y la feminización de la pobreza tiene un papel muy importante sobretodo en vulnerar los derechos de las mujeres y los cuerpos disidentes, ya que tanto en la producción como en la alimentación, las mujeres que producimos o transformamos alimentos tenemos escaso o nulo acceso a la tierra o a los bienes propios para poder autoproducir y además seguimos atadas al rol de cuidadoras, a pesar de ser sustentadoras principales o únicas en el hogar y cuando las mujeres empobrecidas no podemos acceder al alimento por medios propios desatendemos el autocuidado y la propia alimentación, en la búsqueda de circuitos que nos garanticen algo que echar al plato, eso sí con mayor conciencia en la búsqueda de alimento sano y fresco que los varones, pero para la alimentación de la prole, la pareja o las personas dependientes que se encuentren a nuestro cargo.
Por último planteamos que desde los grupos y personas que participamos en Baladre y que nos enfrentamos diariamente tanto a la precarización en el sector alimentario como a la exclusión del modelo, que una herramienta fundamental para transitar hacia la autonomía y la soberanía alimentaria es la Renta Básica de las Iguales, porque nos garantiza las posibilidades de abandonar lo que no queremos y de acompañar procesos que den sentido a una vida digna rompiendo con el asistencialismo alimentario y hacia procesos de justicia social y climática.
Entendemos que la RBis, Renta Básica de las Iguales, puede hacer que generemos caminos de salida de lo urbanocéntrico y dignifiquemos lo rural. Que pongamos en valor los cuidados en clave comunitaria, que generemos procesos de autogestión de la vida en comunidad, pero también que nos empodere para denunciar que la industria alimentaria de los últimos 50 años es la responsable de la crisis pandémica global que estamos viviendo al igual que la industria farmacéutica que ahora nos pretende salvar. Ambas son responsables, junto con muchas otras, del desequilibrio de los ecosistemas que nos garantizan la vida y que igual de importante es generar alternativas como hacer pagar a los responsables de la destrucción ambiental, climática y social.